En mi experiencia como consultora en empresas de todos los sectores económicos, ha llamado mi atención la gran diversidad de estilos, formas y sistemas de administración que pueden encontrarse, unos más exitosos que otros cuando hablamos de resultados y todos ellos marcados de manera importante por la personalidad de los líderes. Desde empresas familiares centradas en la autoridad vertical de su dueño o patriarca, pasando por empresas complejas y caóticas sin un rumbo claro, hasta organizaciones más democráticas y consultivas, todas ellas con algunas dosis de éxito o fracaso.
He aquí algunas de las características que me parecen claves, en el momento de crear o evaluar una cultura organizacional, que puede ser más sana para las personas y más exitosa a la hora de ver los resultados económicos:
– He visto que son mas exitosas las empresas que tienen un líder que sabe con claridad para donde va, conoce el rumbo general de la empresa y logra que todo su equipo lo vea de una manera sencilla y lo comparta. Es más fácil lograr que alguien se comprometa, cuando comprende que es lo que debe aportar.
– La comunicación directa y respetuosa es otra característica importante; son mas exitosas aquellas empresas en la que se fomenta el dialogo y la camaradería a todos los niveles, sin tantos conductos regulares y sin tanto papeleo. Las reuniones cortas con un objetivo claro, en donde se tratan temas claves sin temores y la gente puede decir con claridad lo que piensa; Se escucha a la gente sin importar a que nivel de la organización pertenezca y los canales están siempre abiertos.
– Son más exitosas las empresas en donde las reglas están claras, en donde hay políticas conocidas por todos y que se aplican sin dilaciones, sin discriminaciones; políticas que se refieren a normas de conducta, a formas de contratación y compensación, cumplimiento de plazos, compromisos y objetivos, que todos conocen y respetan.
– Son mas exitosas la empresas que respetan la vida familiar y personal del empleado, sin abusar de sobretiempos, en donde un buen empleado es quien cumple competentemente con su objetivo y no quien que se queda hasta tarde o va a la oficina en fin de semana, aún cuando no sea pertinente.
– Si a lo anterior le sumamos un equipo de líderes éticamente coherentes, que son un buen ejemplo de conductas positivas, que dialogan con su gente y que tienen una vida personal solida, tendremos los elementos básicos de la formula para una cultura organizacional positiva.
Para generar culturas mas positivas es fundamental entender que el trabajo es un medio para lograr una mejor calidad de vida y no la esencia de ella; cuando contratamos a alguien no compramos automáticamente su compromiso o pertenencia; estos aspectos de la psicología del trabajo se construyen a diario, a partir de las relaciones entre la empresa y el empleado; si un empleado competente siente que logra sus propio desarrollo a través de su trabajo, lo mas probable es que se sienta mas motivado, y aun así, es posible que nos abandone ante una oferta mejor. Aunque en un mercado deprimido como el nuestro en donde las oportunidades no abundan, es posible que el empleado insatisfecho tenga que quedarse en nuestra empresa aunque su trabajo no le guste, con el impacto negativo que esto tendrá en los resultados.
En este punto seria útil preguntarse; ¿Tiene su empresa una cultura de trabajo positiva?, ¿o se esta quedando con los empleados menos satisfechos que no encuentran mas oportunidades en el mercado? Es probable que sus resultados le den una respuesta.
MARIA ISABEL MARTINEZ MUNAR,
Consultora de Desarrollo Organizacional.